En la vida, hay que apuntarle a lo básico.

Llevamos un buen rato camellándole a esta colección que nació de una frase que cada vez tiene más sentido para nosotros: “Ser feliz es simple, lo difícil es ser simple.”. En un mundo en donde cada vez nos llenamos de más distracciones, queremos todo para YA, pensamos solo en el siguiente paso sin parar un segundo a hacer una pausa; y empezar a vivir una vida básica puede jugar un papel fundamental en lo que nos podemos convertir.

Y es que ojo, "básica" ha venido teniendo una connotación un poco descachada, porque en verdad, no es nada más y nada menos que “lo más importante o de importancia fundamental.”. Y para nosotros ahí está la base de todo. Está en darnos cuenta, ¿Para nosotros qué es lo verdaderamente importante, lejos de esa superficialidad, de excesos…?

Para nosotros vivir una vida simple no es renunciar a las comodidades, es estar cómodo con menos, es tener la capacidad de simplificar nuestras vidas, de eliminar el ruido, y dejarle espacio a la autenticidad.

Solo así se logra tener paz hacia adentro, es ahí cuando uno de verdad entiende qué es “camellarse a uno mismo”, invertir tiempo en entender qué hay hacia adentro, tener un espacio para el autoconocimiento y la autorreflexión, porque es en ese momento, cuando logras sacar lo mejor de ti y entregarte de forma exponencial hacia los demás

Les dejamos un par de beneficios adicionales que les pueden ayudar a tener ganas de ser básico:

1. Mayor Claridad Mental: Al eliminar distracciones innecesarias, nuestra mente se libera para enfocarse en lo importante, lo que conduce a una mayor claridad mental y creatividad. 

2. Relaciones más Profundas: Al invertir tiempo en las relaciones significativas en lugar de dispersarnos en conexiones superficiales, cultivamos vínculos más profundos y significativos.

3. Reducción del Estrés: La simplicidad disminuye la carga de decisiones y compromisos, lo que conduce a una reducción significativa del estrés y la ansiedad.

4. Sostenibilidad: Al reducir el consumo y vivir de manera más sencilla, contribuimos al cuidado del medio ambiente y al uso responsable de los recursos.

Vivir una vida básica puede parecer un camello (de los que no nos gustan), en un mundo que valora la complejidad y la acumulación. Sin embargo, es en esta simplicidad que encontramos la verdadera felicidad y plenitud. "Ser feliz es simple, lo difícil es ser simple", pero vale la pena el esfuerzo. Al "camellarnos a nosotros mismos" y abrazar la simplicidad, despejamos el camino para una vida llena de significado, autenticidad y satisfacción genuina. En última instancia, la esencia de la vida radica en nuestra capacidad de abrazar lo simple y encontrar lo que realmente importa.